26 marzo 2008

emoción

Ya me leí "El viaje a la Felicidad, las nuevas claves científicas", un libro de Eduardo Punset que recomiendo. Y encontré un par de cosas que no quiero olvidar, porque me han atormentado en cierta manera en los últimos tiempos, y por eso las releo y escribo.

La primera de ellas es que "todo empieza con una emoción (...) las decisiones -todas las decisiones- son emocionales. ¿Cuál es la trama normal de cualquier planteamiento? En el inicio -si lo que acabamos de decir es correcto- hay una emoción. A continuación, se lleva a cabo un proceso de cálculo racional en el que se va ponderando toda la información disponible. A diferencia de la primera fase, en la que todo ocurre a velocidad de vértigo, la segunda etapa es lenta y tediosa: hay tal proliferación de argumentos a favor y en contra que, a fuerza de ponderar y sopesar datos, la lógica de la razón no acaba de imponerse. Afortunadamente, al final reaparecen, como una tabla de salvación, las emociones. Si antes no sabíamos para qué servían las emociones, ahora constatamos que sin ellas no tomaríamos nunca decisiones. (...) Si sólo contáramos con la razón, no decidiríamos nunca nada, dada la complejidad casi infinita que supone evaluar correctamente la selva de datos disponibles." Es más, sin la emoción inicial, ¿qué es lo que racionalmente nos llevaría a iniciar un planteamiento -en mi caso, un proyecto-? Durante la carrera me he hecho verdaderos líos en la cabeza (y aún los arrastro) sobre la justificación racional de las decisiones de proyecto. Y en mi afán por la fidelidad a la racionalidad, por ser coherente conmigo mismo, me he encontrado con más barreras que facilidades al seguir un camino que, finalmente, no me llevaban a mejores resultados. Ahora veo que además, lo natural es decidir emocionalmente tras, eso sí, barajar posibilidades y descartar las racionalmente obvias.

Por otro lado, estudiando el caso de un gato al que encierran en una jaula pero con la posibilidad de que él mismo descubra cómo salir, leo que "...lo descubrimos recientemente en el caso del gato y lo sabemos a ciencia cierta en el caso de los humanos: la activación de los procesos imaginativos, de búsqueda de soluciones de control implican una interrelación. Si nadie le miraba, el gato dormitaba en la jaula sin buscar siquiera salida." Necesitamos que alguien sea observador de lo que hacemos para que se nos despierte el espíritu creador.

25 marzo 2008

tienes talento

En este programa no se ven muchas cosas admirables. Sin embargo, aparece de entre tanta... gente, este músico, que es un crack, a mí me llamó mucho la atención en su primera actuación (bastante más extrema) y me impresionó en la segunda. No solo por la destreza, sino por el fondo intelectual, que es lo que más me impresiona a mí y es la destreza capaz de emocionarme. Ahí dejo los videos para los que no lo vieron.

esta es la actuación de la semifinal, cuando ya sabían lo que tenían delante.


y esta la primera, en la que no se esperaban lo que venía y que, cierto es, era mucho más extrema.

24 marzo 2008

inmigración

Dejo aquí un artículo. Y a muchos (de aquí) les parece que esto es el paraíso. Que vienen, se aprovechan y todo son facilidades.
Y para todos, una canción que me recordó mi padre sin quererlo en conversación de cena familiar.

13 marzo 2008

Instant Architect


He visto esto en noticias arquitectura. Me partí de risa. :-D

10 marzo 2008

Clase de cine

Para los amantes de los libros de Alessandro Baricco -del que no he leído mucho, pero que recomiendo-, quizá les interese que escribió un artículo sobre la dirección de una película, hecho al que se ha dedicado recientemente y que tendrá como resultado su primer filme, Lezione 21. Me gustó leer el artículo que hace a modo de diccionario. Y para los no-amantes, el artículo es curioso, me gustó sobre todo el final sobre los guionistas. Es este: Clase de Cine

07 marzo 2008

sobre el alma

Acabo de ver una entrevista en las noticias de La 2 a Eduardo Punset. Me ha apasionado. Ya había oído su nombre varias veces, visto "redes" en alguna afortunada ocasión -el horario de madrugada no era muy favorecedor a verlo- y ya me había interesado todo lo que decía. Es raro encontrar a alguien que habla con tanta pasión por aquello que hace. Y la verdad, también me interesa lo que cuenta, porque habla del hombre. No como lo haría un filósofo, no como lo haría un cura. No como lo haría la psicología de barrio que abunda en la calle y en la tele. Habla de realidades científicas. Explica lo que puede con datos científicos, y lo que no, no se lo inventa. Así que ya he decidido que me voy a leer sus libros, de los que ya me han hablado bien en otras ocasiones, y con los que me voy a hacer y poner en mi mesilla junto con la tonga "pendiente".

Algunos libros: "El alma está en el cerebro", "El viaje a la felicidad", "El viaje al amor".